DEL CIELO A LA TIERRA
¡Esperadme! Pronto vendré y os golpearé sin tregua.
Como en un tiempo os ha sido dicho, escrito y transmitido, vendré con Potencia y Gloria para poner en práctica la Celeste Divina Justicia del Padre.
Las dolores serán tremendos y tales como para Purificar toda cosa vuelta podrida, degenerada y hostil por los muchos ciegos de la Estancia que vosotros habitáis.
Como en un tiempo os ha sido dicho, removeré el Fuego, el Aire, el Agua, la Tierra, para que toda cosa, todo inmundo ser sea puesto bajo severo Juicio.
Repartiré la Eternidad y el Ego-SUM a todos aquellos que se han revelado obedientes a los Valores del Santo Espíritu Omnicreante y reconduciré hacia los Meandros Tenebrosos a todos aquellos que por desobediencia y arrogancia hacia los Deseos del Generador de toda cosa visible e invisible, morirán en el Espíritu con la Segunda Muerte.
Muy pronto me revelaré y para muchos será demasiado tarde para poderse arrepentir.
Como os ha sido dicho, no esperad Misericordia porque a nadie será permitido decir “yo no lo sabia”.
Serán muchos los Llamados y pocos los Elegidos, porque es Verdad, cierto y verdadero, que la disuasión del Maligno apagará la Fe en todos aquellos que creerán de tenerla fortificada en los Santos Quereres.
Os ha sido concedida LA ULTIMA POSIBILIDAD para poderos realizar en la Divina Conciencia de la Angelical Celeste Ley.
La elección es y será siempre vuestra.
Aquellos que con Fe y con incondicionado Sacrificio se han dedicado a la Nueva Oferta Redentora, serán coronados por la Eterna Beatitud y ungidos por el Santo Espíritu, para ser siempre en todo tiempo, en Eterno, Hijos del Altísimo Soberano de la Luz Omnicreante.
Prepararos por tanto, porque es Verdad que la Luz que aureolará todo Mi Ser no será Luz de Amor sino de Justicia.
Prepararos porque es verdad que está por comenzar el Apocalipsis, el Juicio Universal y la Purificación total de cuanto vive sobre este Planeta.
Eugenio Siragusa
Nicolosi, 3 de noviembre de 1989
