Recuerdo y escribo el 6 de febrero de 1991, a las 10 horas.
Guerras, pestilencia y hambre.
Estáis apenas al inicio de la cosecha de vuestras locuras.
Lo peor vendrá si continuáis ignorando la Justicia del altísimo Creador del Cielo y de la Tierra.
Los evidentes Signos de estos Tiempos, os demuestran clarísimamente que otro Juan ha clamado en el desierto.
¿Esperáis, hombres de la Tierra, que prevalezca la Cordura, la Sabiduría y la Conciencia antes de que se desencadene la Ira Santa?
¿Esperáis, hombres de la Tierra, porque los primeros Signos apocalípticos se están revelando trágicamente?
En brevísimo tiempo la entera humanidad podría desaparecer de la faz de este cansado y maltratado planeta.
Atentos, atentos terrestres, porque es verdad, cierto y verdadero que ninguno de vosotros tendrá el tiempo de hacerse la cruz en el momento en que el Planeta será forzado a oscilar.
¡Atentos! ¡Atentos!
DEL CIELO A LA TIERRA
Eugenio Siragusa
Nicolosi, 6 de febrero de 1991
