DEL CIELO A LA TIERRA
Queridos terrestres, vuestra apatía, vuestro desinterés y vuestra cínica irresponsabilidad os traerán serios y dolorosos problemas.
Vuestro Planeta esta en una situación bastante critica a causa de vuestra ciencia sin Conciencia.
Os hemos dicho y redicho que estáis corriendo hacia una irreversible autodestrucción.
Notamos, con no poca amargura, vuestra indiferencia a nuestras reiteradas advertencias.
Hoy, 3 de agosto de 1990 de vuestro tiempo, debemos confirmaros nuestras trágicas y dolorosas previsiones.
La Cuenta Atrás corre velozmente y los Tiempos se acortan cada vez más.
Nosotros estamos listos para salvar lo Salvable, para que los llamados, destinados a ser elegidos, sean puestos en condición de sobrevivir durante la total perdición de toda cosa viviente.
El Consolador Prometido por la Luz Creante ha llevado a termino su Misión de reclamo según los deseos del Padre de todas las cosas creadas.
Pocos lo han escuchado, pocos han suscitado en sus Conciencias la Luz de la Verdad del Tiempo de todos los Tiempos.
Ahora, que el final de esta perversa generación, portadora del Signo de Jonás, se aproxima, él, el Amigo de los Bienaventurados, el Embajador de las Deidades Solares, medita, deduce y determina en el más absoluto silencio, hasta que la Justicia sea hecha.
DEL CIELO A LA TIERRA
Eugenio Siragusa
Nicolosi, 3 de agosto de 1990
